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Quistes de Tarlov Latinoamérica
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QUE SON LOS QT'S
Son habitualmente indoloros pero en bastantes ocasiones pueden causar síntomas que incluyen dolor lumbosacro y ciático, dolor en el cóccix, etc. Será asintomático hasta que un acontecimiento induzca la enfermedad, tal como un accidente de coche, levantar cargas pesadas, una caída, o, hipotéticamente, una enfermedad diferente como una de las numerosas formas de herpes. Mayoritariamente, sin embargo, la causa desencadenante es desconocida.
Son un hallazgo ocasional cuando un paciente es sometido a una RMN lumbosacra y suelen ser infravalorados y carentes de significación patológica. Sin embargo, aunque los QT’s sean generalmente indoloros, pueden causar serias alteraciones neurológicas que se engloban bajo el nombre de enfermedad de Tarlov.
El nombre procede de su descubridor, Isadore Tarlov, un pionero en el campo de la neurocirugía, que describió un quiste sacro por primera vez.
El comienzo de los síntomas puede ser súbito o gradual; moderado o severo. La progresión y la severidad de los síntomas difieren ampliamente. Comienzan habitualmente por un dolor localizado a nivel de la raíz del nervio sobre el que se sitúa el quiste, y más tarde, por alteraciones en los órganos y en las funciones que controla el nervio .Sin un tratamiento adecuado, la enfermedad de Tarlov exige cambios mayores e irreversibles en la calidad de vida del paciente y puede derivar en una incapacidad profesional parcial o completa.
Los síntomas mas comunes pueden incluyen uno o mas de los siguientes: - Dolor lumbosacro o coccígeo ,dolor ciático, dolor glúteo y dolor en caderas Las piernas y los pies pueden estar o no afectados Pueden también causar dolor y alteraciones en los órganos excretores y reproductores, hipoestesias (disminución de la sensibilidad), parestesias (hormigueo, cosquilleo), y dolor en el muslo debido a la disminución del flujo sanguíneo (claudicación neurogénica). Las posturas de sentarse y permanecer de pie en mayor medida, así como caminar e inclinarse suelen ser dolorosas, y tumbarse sobre un costado suele ser la única postura que alivia el dolor.
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QUISTES DE TARLOV
¿Sufrís de dolores crónicos en la espalda, cintura o en las piernas sin ninguna causa particular?
¿Tenés dificultad o dolor al permanecer mucho tiempo sentado o parado?
¿Sentís dolor al caminar o moverte por un largo tiempo?
¿Tenés que acostarte durante el día para calmar las molestias?
¿Sufrís de alteraciones en la vejiga, intestinos y dolores ginecológicos sin causa específica? ¿Problemas de erección?
Si tenés algunos de estos síntomas entonces podrías estar sufriendo de una patología llamada QUISTES DE TARLOV
Son también conocidos como Quistes perineurales, dilataciones de las vainas de las raíces nerviosas, sacos anormalmente llenos de liquido cefalorraquídeo que pueden causar una dolorosa y progresiva radiculopatía (dolor del nervio)
Podés consultar en
· http://ar.groups.yahoo.com/group/qtarlovLac/
COCCIGODINIA
COCCIGODINIA
Qué es la goccigodinia?
El dolor en el área del cóccix se llama coccigodinia o coxigodinia (o Coxigodinia, Coxalgia, Coxialgia, Cóccix (dolor en), Cóxis (dolor en), Coxis (dolor en)). La coccigodinia puede variar desde una leve molestia a un dolor agudo; cada persona lo siente de forma diferente e incluso para una misma persona el dolor cambia con el tiempo. El nombre describe una pauta de síntomas (sentarse provoca o agrava el dolor), de forma que es en realidad un grupo de condiciones, que pueden tener causas diferentes y necesitar tratamientos diferentes.
Los links que figuran más abajo cubren todas las causas del dolor que se han encontrado en la literatura médica.
La coccigodinia puede originarse después de una caída, de un parto, sucesivos esguinces, torceduras u operaciones quirúrgicas. En algunos casos la causa es desconocida. El dolor puede desaparecer por sí solo o con tratamiento, o puede continuar durante años e incluso agravarse. Es cinco veces más común en mujeres que en hombres, probablemente porque la pelvis femenina deja el cóccix más expuesto. Parece ser que en la mayoría de los casos, el dolor está causado por un cóccix inestable, que ocasiona una inflamación crónica.
Los ensayos médicos han demostrado que la coccigodinia puede curarse en la gran mayoría de los casos, si se proporciona el tratamiento adecuado. Sin embargo, encontrar un médico que pueda realizar un diagnóstico adecuado de la enfermedad y proponer tratamientos efectivos es difícil, y muchas personas sufren dolor durante años.
Causas de dolor
Cóccix inestable o dislocado
Espolón o espícula ósea en el cóccix
Cóccix desviado, rígido o demasiado largo
Espasmos musculares o contracturas
Quiste pilonidal
Quiste de Tarlov
Neuropatía del nervio pudendo
Cáncer
Otras dolencias
Dolor neuropático
Procedimientos médicos previos
Coccigodinia idiopática
Dolor imaginario
Diagnóstico e investigación
Uno de los principales objetivos de la investigación es descartar cualquier enfermedad como el cáncer como causante del dolor. Esto es poco probable, pero debe comprobarse. Entre las pruebas que pueden emplearse para ello se encuentran los Rayos X, la Tomografía Axial Computerizada (TAC), la Resonancia Magnética (RM) y la colonoscopia.
A la hora de decidir el tratamiento, es importante distinguir el dolor en el cóccix del dolor de la parte baja de la espalda o de otros no relacionados con el cóccix. Estos problemas pueden ocasionar incomodidad al sentarse, pero requieren tratamientos diferentes a la coccigodinia.
En la mayoría de los casos, las pruebas que se han mencionado no identifican el origen del dolor; es necesario realizar otras pruebas para encontrarlo.
La infiltración local de anestésicos o la Radiografía dinámica (de pie/sentado) normalmente ayudan más a encontrar la causa. Desgraciadamente, muchos médicos no están familiarizados con estas pruebas.
Tratamiento
En primer lugar, hay que visitar al médico, mejor si es un especialista con experiencia en este tema. Es necesario para comprobar que tu dolor no es un síntoma de cáncer u otra enfermedad, lo cual es poco probable, pero hay que comprobarlo, y para ponerte en marcha en caso de que necesites tratamiento. El dolor en el cóccix muchas veces desaparece en unos meses para ver como se puede intentar que esto ocurra. Si el dolor persiste, es importante asegurarse de que el cóccix es la verdadera fuente del problema.
Si se comprueba que la fuente del dolor es el cóccix, existen muchas personas a las que los tratamientos manuales les han dado excelentes resultados, siempre aplicados por expertos. Los traumatólogos, por otro lado, probablemente realizarán infiltraciones con aantiinflamatorios alrededor del cóccix como tratamiento inicial. Si estos métodos no resultan, el cóccix puede extirparse si se considera que el paciente es un buen candidato para la cirugía. Antes de considerar esta opción, asegúrate de que eres un buen candidato, y de que tu cirujano tiene mucha experiencia en este tipo de cirugía y que ha realizado con éxito esta operación.
Controlar el dolor mediante métodos que no afectan a la raíz del problema tiene ventajas e inconvenientes. La principal ventaja es que detiene el sufrimiento y la depresión que causa el dolor, y permite llevar una vida más normal. Otra ventaja es que el control del dolor previene cambios en la forma en que el sistema nervioso central procesa los mensajes de dolor en los casos de dolor crónico. En estos casos, el dolor que no se alivia puede desequilibrar el sistema nervioso y conducir a un dolor más extendido que es difícil de tratar.
Pero controlar el dolor también tiene sus inconvenientes: si tu dolor proviene de un cóccix inestable, por ejemplo, y no lo percibes gracias a la medicación, puedes causar daños mayores sin darte cuenta. Por eso tendrás que tener cuidado para no agravar el problema. Otro inconveniente es que algunos métodos, como la medicación, tienen efectos secundarios que pueden ser desagradables o tener consecuencias a largo plazo si se prolongan durante mucho tiempo.
Enf.raras Diagnostico desconocido
Latinoamérica Salud y Bienestar
11/11/2010
Las denominadas "enfermedades raras" siguen siendo la asignatura pendiente de la ciencia médica para este siglo. Personas como Mateo, de tan sólo 5 años y afectado por el síndrome de Lowe, ven cómo enfermedades prácticamente desconocidas acortan su esperanza de vida drásticamente.
Las denominadas enfermedades raras son, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), aquellas que afectan a menos de 5 por cada 10.000 habitantes y que actualmente afectan al 7 por ciento de la población mundial.
La naturaleza de estas enfermedades es muy variada, ya que algunas, como el síndrome de Lowe, afectan sólo a niños, mientras que otras, como el síndrome de Sjögren, afectan a sectores de edad más avanzadas.
CUANDO EL SISTEMA INMUNITARIO ES UNA AMENAZA
El sistema inmunitario, tal y como indican los manuales médicos, es el encargado de proteger el organismo frente a agresiones externas. Pero, en ocasiones, es el propio sistema inmunitario, como ocurre en enfermedades como el síndrome de Sjögren o la enfermedad de Behçet, el causante de la aparición de estas dolencias poco frecuentes.
Jenny Díaz, Presidenta de la Asociación Española contra el síndrome de Sjögren, comenta a EFE que "esta afección está incluida dentro de las enfermedades autoinmunes, denominadas así porque el sistema inmune reacciona contra sí mismo por causas desconocidas, produciendo los llamados autoanticuerpos, que lesionan las glándulas internas y externas".
Los principales síntomas de esta enfermedad, según Jenny Díaz, son "la sequedad en ojos, boca, nariz y vagina -en el caso de las mujeres-, seguidos por dolor en articulaciones, cansancio, fiebre y manifestaciones a nivel sistémico, es decir que afectan a los órganos internos".
Para Montserrat Pàmies, Presidenta de la Asociación Española contra la enfermedad de Behçet, "esta enfermedad también es provocada por el propio sistema inmunitario".
Además, añade que "las manifestaciones que presentan los afectados por la enfermedad de Behçet son, entre otras, úlceras en zonas de mucosa, como genitales y boca, la aparición de trombos a nivel circulatorio, uveitis (inflamación de la parte del ojo llamada uvea), meningitis o epilepsia". "La meningitis producida por la enfermedad de Behçet no es contagiosa puesto que la produce nuestro cuerpo", afirma la experta.
LA INFLUENCIA DE LA GENÉTICA
Atendiendo a los datos de la OMS, "el 80 por ciento de estas enfermedades son de origen genético". Algunos ejemplos son el síndrome de Lowe o el síndrome de Marfan.
En el caso del síndrome de Lowe, asegura Víctor Colomer, miembro de la Asociación Síndrome de Lowe de España, "este síndrome, conocido también como "síndrome oculo-cerebro-renal" (OCRL), es una enfermedad genética que hace que los niños tengan la falta de una determinada enzima".
"Los principales síntomas son que los pequeños, como en el caso de Mateo, de 5 años, nacen con cataratas, muchos desarrollan glaucoma, algunos vienen con retrasos a nivel psicomotor y nacen todos con hipotonía (falta de tono muscular que produce flacidez)", agrega Colomer.
Algunos de los signos característicos de personas con síndrome de Marfan son bien distintos ya que, en palabras de Nicolás Beltrán, Presidente de la Asociación Síndrome de Marfan, "algunos de estos síntomas son aneurisma de aorta (ensanchamiento anormal de la vena aorta), miopía, desprendimiento de retina o escoliosis".
La tipología de las personas afectadas por este tipo de dolencias es muy variada. En ocasiones, como ocurre con el síndrome de Lowe, sólo afecta a niños. En los casos de enfermedades autoinmunes como las ya mencionadas, "el momento en el que aparece la enfermedad es difícil de precisar" sostiene Jenny Díaz, a lo que Montserrat Pàmies añade que "suelen aparecer entre los 20-30 años, puesto que al ser enfermedades autoinmunes es, en este momento, cuando el sistema inmunitario tiene mayor fuerza".
Respecto a esta aparición de la enfermedad en sectores de edad como los niños, Víctor Colomer alerta de su peligro, "en el Tercer Mundo no existe el síndrome de Lowe puesto que los niños se mueren antes de que se les diagnostique la enfermedad".
TRATAMIENTOS MUY VARIADOS Y NO SIEMPRE EFECTIVOS
Una de las características que comparten estas enfermedades raras, tanto las producidas por la transmisión genética como las autoinmunes, es la relativa eficacia de los tratamientos y la gran variedad de ellos, debido a que, como indica Montserrat Pàmies, "en el caso de la enfermedad de Behçet, no hay tratamiento para la enfermedad en sí mismo, sino que, dependiendo de los síntomas que presente el afectado, se opta por un tratamiento determinado".
Pero esta falta de tratamientos específicos no es exclusiva de la enfermedad de Behçet, ya que, por ejemplo, en el caso del síndrome de Sjögren, "todavía no se ha encontrado un tratamiento curativo", asegura Jenny Díaz.
Esta falta de tratamientos efectivos deriva en un acortamiento de la esperanza de vida de forma extrema.
En el caso del síndrome de Marfan, que afecta a dos personas por cada diez mil, "cuando una persona no está dentro de un protocolo de revisiones periódicas, su esperanza de vida ronda los 40-45 años", apostilla Nicolás Beltrán.
Para los afectados por el síndrome de Lowe en el mundo (su tasa de personas afectadas es de uno entre un millón), "su esperanza de vida se sitúa entre los 30 y 40 años", afirma por su parte Víctor Colomer.
SITUACIÓN NO MUY ESPERANZADORA
Uno de los principales problemas, posiblemente el mayor, al que se enfrentan los afectados por enfermedades raras es la ausencia de labores de investigación. Montserrat Pàmies añade, respecto a la situación de la enfermedad de Behçet, que "actualmente no se está llevando a cabo ninguna investigación importante excepto la celebración, cada dos años, de un congreso internacional donde se ponen en común diversas investigaciones locales".
Víctor Colomer añade que, "como se tratan de enfermedades de las que hay tan pocos casos, no se destinan grandes esfuerzos para ello. Lo que realmente necesitan este tipo de personas son medios que permitan potenciar la investigación".
En el caso del síndrome de Sjörgen, Jenny Díaz asegura que "actualmente se están llevando a cabo varias investigaciones, algunas de ellas enfocadas especialmente en virus como la hepatitis C o los retrovirus (virus cuyo genoma está constituido por ARN en lugar de ADN)".
Para los afectados por el síndrome de Marfan, la situación parece más esperanzadora, puesto que, "en varios hospitales del mundo se está desarrollando un estudio clínico sobre la eficacia en humanos de un medicamento denominado Losartán", indica Nicolás Beltrán. "Este estudio, conocido como "Atenolol versus Losartán", tiene como objetivo averiguar si la utilización del Losartán en el tratamiento de personas con síndrome de Marfan evitaría el paso por el quirófano y que representaría una revolución".
UN DIFÍCIL FUTURO
La falta de impulso a la investigación de este tipo de enfermedades provoca que la visión del futuro que tienen los afectados por estas afecciones no sea muy esperanzadora. Valga como ejemplo la opinión de Montserrat Pàmies "las enfermedades autoinmunes irán a más".
Pero esta visión del futuro está determinada por el desconocimiento actual que hay sobre las causas que provocan estas enfermedades. En el caso del síndrome de Sjögren "mientras no se conozca la causa que lo origina, es imposible hablar de erradicación".
Nicolás Beltrán encarna, una vez más, la visión más positiva ya que, según sus palabras, "el estudio clínico con Losartán ha abierto nuevas líneas de investigación que pueden convertir al Marfan en un síndrome crónico, finalizando así con los peligros que implica en la actualidad".
La OMS, en los últimos años, ha tomado medidas para promocionar este tipo de investigaciones, pero, en ocasiones, como ocurre con el síndrome de Sjögren, estas iniciativas no son todo lo efectivas que deberían ser. Jenny Díaz descubre al respecto que, "ni siquiera figura como una enfermedad", mientras Víctor Colomer añade "respecto al síndrome de Lowe no se ha tomado ninguna medida especial, aunque sí respecto al conjunto de enfermedades raras".
A pesar de los avances que la ciencia médica ha experimentado en las últimas décadas, la tasa de mortalidad por enfermedades raras se sitúa, "en el 35 por ciento en niños y niñas menores de un año", según datos de la OMS. La misma organización refleja que "el 50 por ciento de los afectados fallece antes de los 30 años".
Esto pone de manifiesto que, a pesar de estar consideradas como tales, estas enfermedades tienen una presencia mundial mayor y mucho más dañina de lo que puede llegar a parecer con la catalogación de raras.